Gallegos: A 25 años del asesinato del Cabo Riquelme a manos de delincuentes

5 de octubre del 2019

El 5 de octubre de 1994 no fue un día normal en el pueblo de Río Gallegos. Dos delincuentes asaltaron una distribuidora de vinos en medio de una escena de película, que contrastaba con la tranquilidad de la capital de la provincia.

Entraron al local, redujeron al personal y cubrieron su retirada a balazos en donde hirieron en la rodilla a un empleado, recordó la Policía de Santa Cruz.

Perseguidos por la policía, pasaron por las inmediaciones del Cuartel Central de Bomberos y abrieron fuego sobre los efectivos policiales que le salieron al cruce para detenerlos.

En el tiroteo una bala le da en la cabeza al Cabo Primero Ignacio Riquelme.

El delincuente, de frondoso prontuario, huye y se atrinchera dentro del patio de una vivienda de la zona, donde después de más de media hora de enfrentamiento armado es abatido por efectivos policiales.

Luego de cuatro días en terapia intensiva, Riquelme pierde la vida.

«Una cruel encrucijada del destino para un hombre que estaba alerta para otro tipo de tarea, esencial para la comunidad, como es la de un bombero», recordaron desde la fuerza de seguridad que lo recuerda a 25 años de la tragedia.

«Sus restos fueron velados en el Cuartel Central de Bomberos con los honores correspondientes a un servidor público caído en cumplimiento del deber», afirma la reseña histórica de la Policía de Santa Cruz, con la firma del Sub Oficial mayor (R) Juan José González.

Compañeros, familiares, funcionarios y gran cantidad de vecinos; le dieron su último adiós en la Capilla Ardiente levantada en el cuartel.

25 años después se reeditó la ceremonia en su honor al sargento post mortem. Primero en el cuartel de bomberos donde hubo un acto en donde descubrieron una placa y le pusieron su nombre a un coche autobomba; y luego en el cementerio local donde se hicieron ofrendas florales.